Al frente, el volcán aguarda aletargado
Nada perturba la calma del momento
Tan sólo la paz y el eco del pensamiento
Observando, todos, el atardecer que paraliza una isla, un mundo entero
Recreando la mente entre cálidos tonos rojizos
Impregnando la retina de imágenes bellas
Notando el suave soplido de la brisa helénica
Imaginado, soñando y fantaseando en la inenarrable Santorini.
Mónica Günther