Al frente, el volcán aguarda aletargado
Nada perturba la calma del momento
Tan sólo la paz y el eco del pensamiento
Observando, todos, el atardecer que paraliza una isla, un mundo entero
Recreando la mente entre cálidos tonos rojizos
Impregnando la retina de imágenes bellas
Notando el suave soplido de la brisa helénica
Imaginado, soñando y fantaseando en la inenarrable Santorini.
Mónica Günther
1 comentario:
Todos tenemos un Santorini dentro de nosotros, un lugar bello,luminoso,que nos mantiene felices durante un tiempo. La vida diaria es otra cosa,pero hay que buscar con todas las fuerzas, para conseguir tener un lugar en el alma que cuando lo necesitemos,solo con cerrar los ojos estemos allí,disfrutando de la puesta de sol.
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