Esta mañana mi horóscopo me dice: "déjate ir". Y yo me pregunto: ¿en qué consistirá eso? "Dejarme ir" puede ser pasarme el día durmiendo, pero también estoy "dejándome ir" si paso la noche demasiado despierta. Me "dejo ir" si confieso al mundo lo mucho que odio los martes, o como amo en secreto los miércoles. "Dejarme ir" podría ser comer huevos estrellados con patatas fritas sin parar o abandonarme a las dietas más estrictas. "Dejarme ir" es perseguir mis sueños sin cesar, pero así mismo, si los abandono estaría igualmente "dejándome ir".
Me "dejo ir" si digo "¡ya basta!", y lo hago también si digo "que todo siga así". Y es que, haga lo que haga me "dejo ir", sin más, pues soy yo quien mueve mis hilos, y quien escribe el horóscopo es un maestro del enredo.
Mónica Günther